¿POR QUÉ NOS CUESTA TANTO SEGUIR AL CORAZÓN?
Porque a algunos nos pasa, si y que ni si quiera sepamos lo que queremos de verdad hasta que no soltamos a los demás y todo lo que nos dijeron que estaba bien o mal...
Todo lo que provenga de un sentir desconectado del corazón porque, simplemente, nos criamos o crecimos con normas, condicionamientos, estructuras de pensamientos limitantes en los que importa más el qué dirán, lo que piensen los demás o lo que hacen los otros como, por ejemplo, el hecho de tener una presencia social aceptable, entre muchas otras cosas...
Ahora no hago más que cuestionarme todo eso con más profundidad que cuando empecé a tomar conciencia de los cambios de paradigmas mentales que hay que crear para poder encontrar el verdadero sentir, la coherencia entre el corazón y la mente sin importar lo que piensen o digan los demás y para eso "hay que conocerse" descartando y liberando todas esas cargas...
Tener una vida que no nos gusta nos convierte en el gánster de nuestra propia vida y de nuestro entorno
Y digo gánster con todo el respeto, principalmente, porque me incluyo y para identificar eso que hacemos y creemos que somos basado en un sin fin de ideas y estructuras de educación que no se basan, precisamente, en el amor incondicional ni el respeto hacia uno mismo y hacia los demás (en la manera en que podría ser...) arrastrándolo de una generación a otra hasta que llegan esas que llaman "ovejas negras" que, más bien, son los salvadores de las repeticiones pero que (casi siempre) sufren de los juicios (en ocasiones hasta ataques) de quienes no quieren cambiar (miedos y acomodamientos...), incluido los seres más queridos y yo pregunto ¿a eso se le puede llamar respeto o amor incondicional?
La educación en sí misma tiene mucho (o todo) que ver pues copiamos y apenas cuestionamos porque no queremos dejar de pertenecer al sistema (familiar o social, consciente o inconscientemente). Lo que no cuestionamos no lo cambiamos a no ser que nos llevemos un buen palo pero todo es un proceso y se empieza por el más simple pero no sencillo como es el "autoconocimiento". Incluso llevando años de adquirir conocimientos, podemos estar perdidos con respecto a nuestra psique y mentalidad porque va a depender de en qué estamos centrados o todas las preocupaciones que tengamos. El ego sabe muy bien como atrapar la atención identificándonos con todo aquello que vemos como la forma ideal en la que nos querríamos convertir pero ¿basados en qué?
Los personajes inconscientes nos mantienen dormidos aunque creamos que no lo estamos pero, por supuesto, todos tenemos grados de consciencia y de inconsciencia que vamos cambiando según sepamos aprovechar las vivencias mirando más allá de ellas o por sacarles el aprendizaje de forma consciente. Pero, también (añado), he visto personas con vidas coherentes que nunca estudiaron conocimiento de ningún tipo ni de su mente. Se limitaban a ser o coexistir en el medio que estaban y observar lo que les rodeaba como lo que les sucedía y fueron aprendiendo de ello sin identificarse con nada, tal que, sus vidas son coherentes con su sentir interior sano y tranquilo como un hombre que ingenió una especie de filtro natural (no recuerdo bien) porque aprendió sobre la naturaleza y el agua por, simplemente, observarla (lo vi en su día).
Y eso es lo que planteo en la actualidad ¿por qué no más observación y menos empollar? En el equilibrio está la virtud y como admiradora de la contemplación, me declino por observar tranquilamente y sentir después de haber creído que necesita saber mucho y de muchas cosas (aunque me guste y siga por ser fans del autoconocimiento y comprender más allá de las cosas...) pero que no todo ese conocimiento ha conseguido que cambie algo en mi vida si no lo aplico a algo, aunque sea sólo en mi mentalidad o si consigo actuar diferente. Después de años sigo pendiente de solventar conflictos de antaño pero en los que no me centré, me dispersé...
Empiezo a ser más conscientemente de el hecho de que hay que relajarse y contemplar lo que sucede desde un observador con menos juicios y etiquetas para poder separar el ego de lo que "ES" en aquello que miramos. Sé que no es fácil pero si no se practica no hay experiencia que lo demuestre y, en mi caso, cada vez tengo más claro el gusto por seguir en esa contemplación o ese sentir más sano, relajado y conectado, sobre todo, tras tantas comeduras de coco que a lo único que me llevan es a sufrir sin necesidad. Todo por esos programas mentales que me condicionan y por la frustración que me genera lo que se "supone" que he venido a hacer desde el corazón e impensable para mi mente y condicionamientos por lo que ya se ha encargado mi mente identificada con las historias dolorosas (en forma de bloqueos) de impedírmelo.
Como está el plan de mi alma y la vida que me sucede ¿a qué le quiero prestar atención? A ambos pues debo encontrar el equilibrio ya que mis circunstancias con las cosas que me suceden cada día, me generan un sentir que me permite ver si pongo el foco donde corresponde.
El mejor momento para empezar siempre es AHORA