CENICIENTA CAMBIA DE ZAPATOS
Sí, cenicienta cambia de zapatos porque, ahora, es mas práctica. Ya se acabó tener que aparentar monísima para creer que sólo así podrá conquistar el corazón de quien desea porque se fijará en ella y vivirá feliz para siempre con su príncipe azul. Cuando algunos príncipes de la vida real se quitan la máscara y sus botas, es verdad que muchos se quedan en sapos, sin despreciar pero sapos porque no son lo que aparentan.
Ya no tiene sentido el hecho de querer mostrar algo que todavía no se ha "sentido" desde dentro y depender de que "otros ojos distintos a los propios" validen o se fijen en uno lo suficiente como para quedarse o que uno se quede porque crea que no hay nadie más que lo desee. Una cosa es no fluir y otra estar descartando por falsas creencias y estereotipos estúpidos. Nadie es perfecto pero todos tenemos derecho a elegir y eso implica seguir o no seguir desde el propio valor, aunque cada uno carga con sus historias en la espalda.
Los tiempos cambian y las personas también. Ahora es mucho más fácil comprender el papel simbólico de las cenicientas que no ayudan en el autovalor como debería ya que se da por hecho la bondad de cenicienta pero no su prosperidad individual sin necesitar que la salven porque esté atrapada por personas abusivas que la desprecian, la maltratan y la ignoran.
Al menos, yo ya no quiero mirar más ese personaje que ha de ser salvado cuando la salvación que más necesito es la interna. Lo demás es un compartir, un ayudarse porque todos nos necesitamos de alguna forma u otra pero dejando de creer que estamos prisioneros o incapacitados cuando no es así (que no sea el caso y no hablo de las discapacidades en si, hablo de la mente y sus programas).
Todas esas cosas son las memorias que tenemos en nuestra psique y las experiencias que el alma elige vivir pero, la mayoría de esas historias son del pasado y están marcadas por el abuso, la creencia de mala suerte, la falta de valor y recursos, la incapacidad, impotencia..., entre muchas otras cosas. Todo se arrastra hasta que se aprende, son las lecciones del alma y enfadarse, no resignarse, no permitir, no conformarse…, también forma parte de eso.
Yo no pienso morirme sin intentar cambiar la creencia del personaje ya anticuado y que siempre es atacado porque el depredador tiene envidia o deseos de posesión, tal que, siempre hay que estar protegiéndose o buscando protectores…, a no ser que mi alma tenga otros planes que yo desconozca, mientras, haré lo mejor que sepa y pueda con esto.
Las historias de cenicienta en la vida real son experiencias y sentires que "quitan el sueño" y a nadie le gusta sufrir por ser ¿bueno?. Menudas mentiras nos han contado. ¿Has escuchado alguna vez que los buenos salen peor parados? En cierto modo es normal ya que no tienen la maldad que los que no lo son pero, de ahí a que tengan que sufrir lo que no tendría por qué ser así..., mejor cambiarlo.
Creo que hay que seguir mirando hacia el horizonte con una puesta de sol más esperanzadora donde el bienestar personal (mente, cuerpo, emociones, energía...) es una "ley" y no cuestión de suerte.
¿Qué le queda a tu alma por aprender?