EL VALOR PROPIO SOSTIENE LA AUTOESTIMA
Valor personal y dirigir la vida con propósito
Creo que muchas personas se trabajan la autoestima ¿verdad? Pero yo me di cuenta de algo y es que, muchas veces, buscamos el sentirnos bien desde la perspectiva de la autoestima enlazada sólo a los aspectos psicológicos que están perfectamente estudiados a día de hoy pero no a los espirituales. Añado aquí que, hay personalidades muy sensibles (nos pasa a los PAS) a quienes les cuesta mucho más sostener en alto la sensación de estima personal cuando las circunstancias y experiencias se vuelven difíciles de digerir.
Por ejemplo, si un personaje público, como es el caso de una cantante (me reservo el nombre) que tiene el rasgo PAS y está completamente expuesto al publico, ha de trabajarse mucho más que quien no lo sea debido a la gran sensibilidad a las críticas y todo lo que se percibe del ambiente. Las actitudes, palabras, actos. El estrés, el exceso de estímulos...
Bien, pues comentado eso, una autoestima sostenible y sana no proviene sólo del equilibrio de esas emociones y sensibilidades o trabajarse mucho el pasado, las heridas de la infancia, los conflictos sin solucionar, los traumas... sino que, también, está directamente relacionada con el valor intrínseco que tenemos pero que olvidamos.
A más sepas quién eres, más estable se vuelve tu propia estima por ser consciente de tu valor intrínseco
Y si un día te sientes mal o te decaes (por los motivos que sean), no pasa nada porque sabes quien eres y el motivo de estar aquí, eso te da fuerzas para seguir.
Hay autoestimas que se sostienen por los logros y éxitos en la profesión, las posesiones, un buen físico, un buen estatus... Pero eso es una identificación, no una base real para la autoestima y creo que hay algo que, también, es imprescindible como el hecho de saber dirigir la vida que uno vive.
Conseguí ver que, cuando me adapto a las circunstancias excesivamente, tal que, mi mente siempre está planeando o suponiendo historias con consecuencias en base a eso que vivo sin darme la oportunidad de visualizar sueños con paradigmas nuevos que me darían la oportunidad de iniciar cambios relevantes y que se sostengan en el tiempo, no salgo de donde estoy. Al final, siempre suceden las cosas en torno a esas circunstancias a las que mi mente se ha adaptado y se van repitiendo como en la rueda del hámster.
No te adaptes a lo que no es necesario ni luches contra lo que no puedes cambiar
Entonces, después de comprender la sobre-adaptación, me estoy cuestionando la siguiente pregunta:
¿Hasta qué punto puede afectar a tus circunstancias y tu felicidad el hecho de no saber dirigir tu vida?
Esto podría referirse a la sensación de falta de control, dirección o propósito en la vida. Tal vez, te planteas un propósito y una razón de vivir pero te falta control y dirección, por no nombrar el "foco".
No tener referentes correctos para la vida es sinónimo de no tener buena estima hacia uno mismo y sus circunstancias (o así lo veo en estos momentos) y todo esto puede manifestarse en diversas áreas de la vida pudiendo ser causado por una variedad de factores como algunos ejemplos que comparto a continuación:
No Saber Dirigir tu Vida:
Falta de Metas y Objetivos Claros: Alguien que no tiene objetivos específicos en su carrera o vida personal. Cada día se siente monótono y sin propósito, ya que no tiene una meta clara hacia la cual trabajar. Esta persona podría cambiar de trabajo frecuentemente sin una razón clara o sostener el mismo empleo que le aburre sin cuestionarse nada ni tomar decisiones de cambiarlo. Tal vez, cree que así debe ser pues está la creencia que dice "¿a quién le gusta su trabajo?" como dando por hecho que lo normal es que no guste viniendo de paradigmas mentales adquiridos en tiempos de hambrunas y escasez. Quizás, pasar mucho tiempo en actividades sin sentido que no le aportan crecimiento personal o profesional y que lo lleve bien o mal pero en su foro interno se ha rendido.
Indecisión Constante: Una persona que no puede tomar decisiones importantes por sí misma, como qué estudiar, dónde vivir, o con quién establecer una relación. La indecisión puede llevar a una parálisis de análisis, donde se analiza tanto las opciones que nunca se toma una decisión. Esto puede resultar en quedarse estancado en una situación insatisfactoria durante mucho tiempo y creo que esto le sucede a muchos.
Miedo al Cambio: Alguien que se queda en un trabajo que no le gusta o en una relación tóxica por miedo a lo desconocido. Aunque sabe que necesita un cambio, el miedo a las posibles consecuencias le impide tomar las riendas de su vida y hacer algo al respecto. "Es mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer" era muy común pero cuando lo que retienes te retiene a ti, entonces, pasa a ser esclavitud de tus propias circunstancias, en la mayoría de las ocasiones, sin ni siquiera ser consciente de ello (paradigmas mentales de escasez).
Influencia Excesiva de Otras Personas: Una persona que toma decisiones importantes basadas en lo que sus padres, amigos, hijos o pareja quieren, en lugar de lo que realmente desea. Esto puede llevar a vivir una vida que no se siente auténtica y, eventualmente o constantemente, puede generar resentimiento y frustración.
Procrastinación Crónica: Alguien que continuamente pospone sus sueños y metas porque siempre hay una excusa para no comenzar un proyecto importante, ya sea escribir un libro, aprender una nueva habilidad o buscar un ascenso en el trabajo, es un tipo de sabotaje que puedo ver en mi misma también con esos pensamientos que votan por el "no puedo, no merezco, no soy capaz...", miedo a fracasar... Entonces, la procrastinación lleva a una sensación de estancamiento y falta de progreso con las consecuentes emociones de malestar personal.
Falta de Autodisciplina: Una persona que tiene muchos sueños y planes, pero carece de la autodisciplina necesaria para trabajar constantemente hacia ellos, quizás, porque le falta confianza o le atrapan los programas de sabotaje. Puede empezar muchas cosas, como aprender un idioma, hacer ejercicio regularmente o iniciar un negocio, pero rara vez las lleva a cabo hasta el final.
Ausencia de Pasión o Intereses: Alguien que no tiene actividades o pasatiempos que realmente le apasionen no vive realmente su vida. Pasa la mayor parte del tiempo en actividades pasivas como ver televisión o navegar por internet con la atención dispersa, sin invertir tiempo en descubrir o desarrollar intereses significativos encontrando pasiones que le llevarán a cuestionarse lo que hace y lo que desea hacer.
Falta de Planificación Financiera: Una persona que no tiene control sobre sus finanzas sin plantearse presupuestos y vive a la merced de las circunstancias, tal y como vengan sin cuestionarse los deseos, proyectos..., o vive al día gastando impulsivamente sin pensar en las consecuencias a largo plazo, es algo que le puede llevar a tener problemas financieros significativos y una sensación de inseguridad constante y, eso no es dirigir su vida.
No Aprovechar Oportunidades: Alguien que deja pasar oportunidades importantes por miedo al fracaso o por falta de confianza en sus habilidades, tampoco está dirigiendo su vida. Esto puede incluir oportunidades de empleo, de educación o de relaciones que podrían mejorar significativamente su satisfacción y bienestar personal.
Dependencia Emocional: Una persona que depende excesivamente de la validación y aprobación o el reconocimiento de otros para sentirse bien consigo misma, es una esclava de la vida o paradigmas externos, por lo que, esta dependencia le puede llevar a tomar decisiones basadas en complacer a los demás en lugar de seguir sus propios deseos y necesidades, aquello que realmente desearía en su vida, independientemente de si lo consigue o no.
En resumen:
"No saber dirigir tu vida" puede manifestarse de muchas maneras y puede ser una fuente significativa de estrés y frustración. No valorar, debidamente, la vida personal y social, junto con todos los complementos espirituales y materiales que la acompañan. Identificar estas áreas de falta de propósitos y dirección es el primer paso para tomar medidas y empezar a dirigir tu vida de manera más consciente y deliberada. Establecer metas claras, aprender a tomar decisiones. Enfrentar el miedo al cambio, desarrollar autodisciplina y buscar apoyo cuando sea necesario son pasos importantes hacia una vida más satisfactoria. Después, lo que la vida disponga que no se puede cambiar, sólo queda aceptar pero no afecta al valor personal ni a la estima de la persona porque siente que hace todo lo que considera que debe hacer para que su vida tenga un sentido aceptando las derrotas y los éxitos con la misma actitud de abrazar lo vivido.
Ahora queda trabajar todo esto o lo que te resuene, si es tu caso.
Recuerda, el conocimiento de ti mismo y tus circunstancias son tus bases para tu éxito personal