OLVíDATE DE LA MAYORíA
NO ESTÁS EN UN CONCURSO DE VOTACIONES
Gran error el compararse con la mayoría en aquello que no es necesario, sobre todo, si lo vas a hacer para salir perdiendo. Mira que ya lo comentaba en mi libro "Yo Sí Puedo", la mirada de la mente egoica (ego) que siempre está comparando a las personas y las cosas.
La mayoría (lo que hacen, dicen, creen…) no tiene por qué ser lo correcto y, en cambio, sí podría serlo una minoría.
Está bien comparar para cuestionar y encontrar nuevas soluciones. Aprender a mejorar pero, en el justo momento en que lo haces para verte más pequeño, fracasado, más feo, menos afortunado…, entonces estás machacando tu ser interno. Tu niño se ve atacado sin que le defiendas y afectas a tu bienestar emocional porque te atacas con todas esas comparaciones.
No te extrañes que, después, te encuentres con personas que puedan atacarte de alguna forma. Que te hablen mal sin haberles hecho nada. Que te digan lo que tienes que hacer y cómo, hasta lo que tienes que sentir porque quieren imponer su opinión por encima de la tuya. Atacar se puede simbolizar de muchas formas como lo sería la "invasión".
No te extrañes si te sientes más insignificante todavía, aun siendo inocente de maldad ni culpable de dañar a nadie pero, es que, a quien si estás dañando es a ti mismo.
Lo atraes. Atraes aquello que te hará sentir eso que te haces a ti cuando te comparas para hacerte daño. Reducir a migajas cualquier valor, don, cualidad…, que poseas y, aunque sea intrínseco, tú no te lo crees. Eso sí, no lo hagas tampoco para creerte mejor que nadie porque eso también se paga.
Busca tu equilibrio. Observa lo que te dices. Aprende de lo que te sucede y el cómo te tratan. Ve cuestionando y discierne sobre lo que sientes que es correcto para ti y lo que no.
Recuerda tus derechos lícitos por estar aquí existiendo
Mueve el veneno que se acomodó en tu mente e invítale a que se vaya. Si se resiste, prueba técnicas que vayan contigo, incluso, la toma de conciencia puede ser suficiente en muchas ocasiones y ya no podrás envenenarte más.
Mira dentro y deja de mirar tanto fuera porque ahí no está tu valor, ni en lo que digan de ti (mucho menos lo que piensen de ti). Tu valor te pertenece a ti y es un DERECHO, al igual que tu responsabilidad. Algo que nadie te puede quitar porque ya naciste así de VALIOSO.
Yo estoy aprendiendo a des identificarme de ese ego que tanto me compara y mirarme con ojos compasivos, como ser inocente que no supe hacerlo mejor en cada momento y sólo así podré perdonar a aquello/s que mi ego sigue queriéndome hacer creer que son los culpables de mis sufrimientos.
Pero no odies al ego (identificación excesiva con el pensamiento, no es el ego a nivel psicológico) o le reproches, eso le encanta porque así se alimenta de ti. Si caes (seguramente, así será), no pasa nada, sigue observando y tomando conciencia...